Por: Angie Elizondo, especialista en Sostenibilidad Empresarial de Baker Tilly Costa Rica; e Ivania Araya, directora general del Departamento Legal de Baker Tilly Costa Rica.
El porcentaje de mujeres que ocupan puestos de liderazgo a nivel global, pasó de 32% en el año 2023 a un 31.7% en 2024, de acuerdo con datos del Global Gender Gap 2024[1], elaborado por World Economic Forum.
Estos datos son un reflejo de que, aunque se han impulsado diversas acciones para impulsar la incorporación de liderazgos femeninos en los diferentes ámbitos empresariales, todavía existen diversos retos que se mantienen para alcanzar esta meta. En Costa Rica, esto no es la excepción.
Uno de los principales desafíos que afrontan las mujeres es tener igual acceso a esas oportunidades en los ámbitos profesionales.
Además, aspectos como la maternidad u otras áreas de la vida privada aún suelen salir a la palestra a la hora de definir las oportunidades laborales dentro de organizaciones para las mujeres.
Se han logrado diversos avances muy importantes en el país, en general; sin embargo, aún queda camino por avanzar, principalmente desde el punto de vista cultural. Costa Rica tiene muchas oportunidades para impulsar el liderazgo femenino y hay que fomentar ese desarrollo, ya que la equidad entre mujeres y hombres le da muchos pluses a las empresas y organizaciones para su desarrollo y crecimiento, no solo a nivel de negocio, sino también social.
Precisamente, uno de los pilares fundamentales de la Sostenibilidad es la dimensión social. En ella se debe asegurar el bienestar de la población interna, como lo son los trabajadores de la organización, así como de todas sus partes interesadas. Por ello, si desde el ámbito empresarial está presente el tema de igualdad e inclusión de forma transversal en las estrategias empresariales, se logrará cumplir con los objetivos de Sostenibilidad de la organización, propiciando la resiliencia de la organización a largo plazo.
A nivel de políticas, en las organizaciones, estas deben desarrollarse de una forma en que puedan cooperar para quitar estas barreras y desigualdades que aún existen. A nivel país, la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente el ODS 5, y la Política Nacional de Equidad entre Hombres y Mujeres, son herramientas muy importantes para guiar a las empresas en esta meta.
Un ejemplo de este tipo de políticas y cultura empresarial para fomentar la equidad a la hora de realizar nuevas contrataciones o ascender a colaboradores a puestos gerenciales, es durante los procesos de selección. Por ejemplo, en Baker Tilly Costa Rica se ha establecido que el foco principal del proceso se debe dar en las consideraciones académicas y de experiencia para el puesto. Además, se complementa con elementos de personalidad y habilidades blancas y técnicas.
Coincidimos en que, de acuerdo con el análisis de los ODS, si se facilita a las mujeres y niñas igualdad en el acceso a la educación, atención médica, un trabajo decente y representación en los procesos de adopción de decisiones políticas y económicas, se impulsarán las economías sostenibles y se beneficiará a las sociedades y a la humanidad en su conjunto.
[1] https://www.weforum.org/publications/global-gender-gap-report-2024/digest/
Estrategias para impulsar la equidad en las empresas
Pero ¿qué estrategias puede aplicar las empresas del país para fomentar la igualdad entre mujeres y hombres y apoyar el liderazgo femenino dentro de las organizaciones? Algunas son:
- Eliminar todas las formas de violencia y discriminación.
- Crear políticas y Hojas de ruta que respondan al tema de derechos humanos, donde se contemplen aspectos de igualdad e inclusión.
- Cierre de brechas en condiciones laborales (por ejemplo, la igualdad de salarios).
- Incluir la diversidad en puestos de toma de decisiones, para propiciar la participación efectiva.
- Promover el acceso a salud sexual, reproductiva y mental.
- Considerar las capacidades y experiencias para desempeñar un rol laboral sin distinción de género o sexo.
- Igualdad de oportunidades para desempeñarse en el puesto, considerando que en algunos casos esto implique que se deban tomar medidas específicas para ello.
- Implementar programas de acompañamiento y crecimiento de la población interna de la organización y sus partes interesadas.
- Propiciar el equilibrio vida – trabajo (por ejemplo, beneficios como guarderías, seguros, flexibilidad de horarios, teletrabajo, evaluación de desempeño por objetivos, formación constante).
- Apoyar la construcción de herramientas e instrumentos a nivel de organización y país sobre derechos humanos que consideren las necesidades y capacidades fisiológicas de las personas.
Recomendaciones adicionales
Adicionalmente, algunas recomendaciones para que las empresas midan y comuniquen los impactos positivos de sus iniciativas de empoderamiento femenino son:
- Brindar datos sobre diversidad e inclusión laboral.
- Compartir información sobre igualdad en puestos de liderazgo.
- Generar descripciones y evidencias de las actividades realizadas para responder a las políticas y programas relacionados con derechos humanos donde se incorpore el tema de igualdad y empoderamiento tanto interna como externamente a la organización.
- Comunicar la adhesión a redes de trabajo, firmas de declaraciones de derechos humanos y unión a comisiones de apoyo a temas como la igualdad y empoderamiento.
Impulsar la equidad y el liderazgo femenino en las empresas de Costa Rica es crucial para fortalecer la competitividad y la innovación. La diversidad de perspectivas en la toma de decisiones potencia la creatividad y mejora la adaptabilidad organizacional. Además, fomentar el liderazgo femenino contribuye a cerrar brechas salariales y a crear ambientes laborales más inclusivos, lo que a su vez promueve un desarrollo sostenible y equitativo en el entorno empresarial costarricense.